La pérdida de agua a través de la red de distribución es un problema grave en todo el mundo, ya que no solo se trata de una pérdida económica, sino que también tiene un impacto negativo en el medioambiente y en la sostenibilidad de los recursos hídricos. Sin embargo, en España, este problema se ha vuelto especialmente grave en los últimos años debido a la sequía y al cambio climático: al menos el 25% del caudal se pierde anualmente en fugas en las tuberías. En este contexto, las empresas especializadas en optimizar el ciclo del agua y detección de fugas como SEIPA tienen la oportunidad de convertirse en agentes clave en la lucha contra el despilfarro de este recurso vital.
En los últimos años, la problemática del consumo de agua ha sido una preocupación constante en todo el mundo, especialmente en países como España, donde el agua es un recurso cada vez más limitado y valioso. En los últimos tiempos, la amenaza de sequías más duras y persistentes está poniendo el foco en el aprovechamiento del agua, tanto en el ideario de la ciudadanía como en los planes de los gestores de infraestructuras, que buscan soluciones para optimizar los recursos disponibles. A pesar de los esfuerzos realizados por administraciones públicas y empresas para gestionar adecuadamente los recursos hídricos, todavía hay un gran margen de mejora en la eficiencia de los sistemas de agua potable y saneamiento.
En este sentido, SEIPA quiere destacar especialmente las pérdidas que sufre la red a través de canalizaciones, tuberías y alcantarillado. Las pérdidas de agua en la distribución son especialmente graves, ya que significan una pérdida de un recurso valioso en un momento en que su escasez es cada vez más evidente. Además, el agua perdida en las redes de distribución no solo se pierde como recurso, sino que también puede provocar inundaciones y dañar la infraestructura, lo que genera costos adicionales para la sociedad.
El volumen perdido cada año en fugas de agua es alarmante
Según un artículo publicado en El Correo el 19 de abril de 2023, España pierde un 25% del agua que distribuye debido a fugas en las tuberías, es decir, unos 651 hectómetros cúbicos anuales, una cifra que probablemente es mayor ya que no hay información de los municipios con menos de 20.000 habitantes.
Es un dato muy alarmante, ya que no solo se trata de una pérdida económica, sino que también tiene un impacto negativo en el medioambiente y en la sostenibilidad de los recursos hídricos. Estamos hablando de casi la misma cantidad de agua que consume Andalucía en todo un año. La información publicada desvela que en algunos puntos de España, las fugas en la red pública alcanzan el 41% del total de la distribución del agua y en algunas pequeñas localidades se eleva hasta el 60%. La ausencia de un ente público que controle los datos del agua (lo que se produce, lo que se consume, lo que se factura, lo que se pierde…), unida a la antigüedad de muchas de las redes de suministro del país, contribuye a mantener un halo de incertidumbre en torno al alcance real del problema y dificulta la toma de soluciones planificadas.
De acuerdo a los cálculos de SEOPAN, patronal que aglutina las principales firmas constructoras y concesionarias del país, casi la mitad de las tuberías de abastecimiento y alcantarillado superan los 30 y 40 años de antigüedad, respectivamente. El problema es que no hay planes para su renovación, y la prioridad de solventar este problema es incuestionable. Es complicado pedirle a la población que ahorre agua cuando ni siquiera los responsables de su gestión son capaces de conocer la cantidad exacta que desaparece.
Las fugas de agua afectan también al medioambiente
Además del desperdicio de un recurso vital, las fugas de agua en la red también tienen otros impactos negativos en el medio ambiente. Estas fugas pueden causar la contaminación del suelo y del agua, ya que pueden arrastrar sustancias contaminantes hacia los cuerpos de agua cercanos. También pueden alterar los ecosistemas naturales, causando la erosión del suelo y la pérdida de biodiversidad. Las fugas también pueden afectar a los caudales de los ríos y arroyos, lo que puede alterar los hábitats acuáticos y terrestres y reducir la disponibilidad de agua para otros usos, como la agricultura. En general, las fugas de agua tienen un impacto negativo en la salud y el bienestar de los ecosistemas naturales y la biodiversidad, lo que a su vez puede tener consecuencias negativas para la sociedad y la economía.
SEIPA: décadas de experiencia en detección de fugas de agua
En este contexto, SEIPA cuenta con décadas de experiencia en la optimización de las redes de distribución y saneamiento, desarrollando soluciones innovadoras y métodos específicos para reducir las pérdidas de agua en la red, tanto en proyectos domésticos como internacionales.
Para detectar las fugas de agua, SEIPA utiliza tecnologías avanzadas, como el geofonado, el correlador y la termografía infrarroja, que permiten identificar la ubicación precisa de la fuga y su magnitud. El geofonado es una técnica que utiliza sensores ultrasónicos para detectar el sonido que emite el agua al escapar de una tubería, mientras que el correlador es un sistema que compara la señal acústica generada por una fuga en dos puntos diferentes de la tubería, permitiendo determinar la ubicación de la fuga con mayor precisión.
A la hora de optimizar el uso del agua y planificar soluciones para evitar fugas, el margen de error es muy pequeño, y por eso el servicio de SEIPA se basa en la calidad del trabajo para ofrecer anticipación y soluciones eficientes a los gestores. SEIPA es especialista en una variedad de servicios para la detección y reparación de fugas y pérdidas en la red de abastecimiento de agua, como estudios de evaluación y determinación de volúmenes no controlados, campañas de medición de parámetros hidráulicos, detección de fugas mediante técnicas de control sectorial y sistemas de detección acústicos, control permanente de fugas en redes, diseño e implementación de proyectos de control de redes mediante sectorización, y diseño e implementación de sistemas basados en la gestión de presiones.
La importancia de una correcta infraestructura con rendimientos técnicos adecuados
Estos servicios permiten a SEIPA identificar y solucionar problemas de fugas y pérdidas de agua en la red, contribuyendo así a la sostenibilidad y eficiencia de los recursos hídricos. No se trata de instalar soluciones poco viables y caras, sino de ayudar a actuar de una manera concreta, específica e inteligente a la hora de diseñar las nuevas redes de drenaje y mejorar las existentes mediante inversiones eficientes.
En definitiva, la gestión responsable y sostenible del agua es un reto y una oportunidad para las empresas que trabajan para las entidades responsables de la gestión del agua en nuestras ciudades, comprometidas con el desarrollo sostenible y la responsabilidad social. Un compromiso que no solo beneficia al medio ambiente y a la sociedad, sino también a su propia reputación y rentabilidad a largo plazo.